Molinos Quijote, molinos divinos
qué hacer o no hacer
por de pronto zagal, tráeme un vaso de vino.
Y si ella estuviera, y si me quisiera.
No oso si siquiera pensarlo
mejor se venga otro trago de vino.
Prefiero la libertad del viento
y andar por los caminos
a yacer entre unos brazos
que apenas me dan cobijo.
Y con éste son ya dos vasos
dos vasos de un mal vino.
Porque no acierto a comprender este mundo
ni lo bueno ni lo malo
ni el que es, ni el ya vivido
solo entiendo de soledad, de vino y de caminos.
Y a veces de hambre
sucédele también a Rocinante.
Entonces nos tumbamos y miramos
al cielo y a los molinos
sean cuales fueren éstos
de acero, de piedra, de madera …o de lino.
Molinos al fin y al cabo
siempre los mismos.
Y con esto ya termino, que no me alzanzan las rupias
para un último vaso de amargo vino.
Cristina Maruri